Innovación y creatividad: el nuevo camino para nuestros niños y adolescentes
Estimado claustro
universitario:
No es casual que la etapa
iniciada por nuestra gestión 2016 – 2020 lleve implícito estos conceptos de
innovación y creatividad, la Universidad es responsable no solo de la sociedad
del conocimiento sino también de la sociedad del pensamiento.
La educación y la enseñanza en
particular han pasado por múltiples etapas: el enciclopedismo, el acercamiento
de la práctica por el sistema de resolución de problemas, la evaluación según
resultados, los trayectos curriculares según competencias, pero todos son
vulnerables en su análisis cuando tratamos de ver el grado de creatividad e
innovación que pueden tener.
En el mundo hay pocos
consultores en el área de educación, tanto formales como informales, referidos
a innovación y creatividad.
Muchas veces los planes de
estudio segmentados y con respuestas únicas pueden frenar la innovación y la
creatividad o no están diseñados para potenciar la creatividad innata que
hay en cada uno de nosotros.
La creatividad es el tener
ideas originales y si ocurre que el tema por el cual una persona se interesa o
quiere innovar y no forma parte de la currícula, entonces su habilidad será
dejada de lado. Por otro lado los métodos de enseñanza pueden inhibir la
creatividad como en el caso que un profesor pretenda obtener una única
respuesta correcta o que no tenga métodos que estimulen a los estudiantes a
desarrollar la creatividad, la imaginación. También es importante tener en
cuenta las formas de evaluación que se alejan de permitir la innovación y la
creatividad. Las estrategias de enseñanza – aprendizaje – evaluación deben ser
más flexibles y amplias.
Tanto los padres como el
sistema educativo son importantes. Los primeros tienen la posibilidad de
conocer profundamente a sus hijos, de un modo que los docentes no podrán, pero
estos a su vez pueden ser más objetivos, ver y estimular cualidades,
habilidades y destrezas, que los demás no advierten.
La innovación y la creatividad
están relacionados con la diversidad y no con la homogeneización del
conocimiento y del pensamiento. Si las personas piensan y se comportan de la
misma manera, no hay espacio para la imaginación.
Independientemente del gran
desarrollo de las comunicaciones a través de las redes sociales, que impactan
directamente en los procesos educativos, debemos ubicarnos en tiempo y espacio
en el dinamismo que deberemos darle a los procesos educativos en los próximos
20 años. Hay que comenzar a pensarlo y definirlo HOY.
Las claves para esta relación
: enseñanza – creatividad – innovación, puede estar en
1-
Planes de estudios abiertos, que integren varias
disciplinas y se basen en el desarrollo de proyectos.
2-
Docentes que fomenten la imaginación y las
respuestas múltiples entre sus alumnos.
3-
Mayor énfasis en la flexibilidad y el estímulo
de las ideas diferentes en lugar de uniformidad y rigidez.
Creo humildemente que es el
nuevo camino para nuestros niños y adolescentes del siglo XXI, al menos para
los próximos años.
Cordialmente.
Dr. Daniel R. Miranda
Rector UMAZA
2016: Bicentenario
Independencia Argentina
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