BID, ciencia y tecnología, Universidad - 2
Estimada Comunidad Educativa:
Luego de haber conocido las 5 prioridades en acciones para Investigación, Innovación, Ciencia y Tecnología en América Latina y el Caribe establecidas por el BID en entrega anterior, es importante tomar conciencia que el futuro de la Ciencia y Tecnología está dado por la estrecha interrelación entre Universidad – Empresa y las diferentes formas de subsidios en lo cual el BID adquiere una importancia vital.
En nuestro país las Universidades Públicas tanto de gestión estatal y privada buscan patentar desarrollos tecnológicos, que surgen como producto de investigaciones científicas, con el objetivo que los beneficios futuros sean explotados en los medios locales y regionales.
Las Universidades deben tener la capacidad de poder advertir qué investigaciones tienen potencialidades para que sean transferidas, es decir, ser utilizadas tanto para la sociedad como para la industria en particular o el modo productivo en general. Las Universidades apoyan los desarrollos científicos que contribuyen el avance del conocimiento en distintas áreas, aunque en algunas ocasiones los esfuerzos se materializan y son capitalizados por otros actores. Luego el mecanismo se retroalimenta porque las grandes empresas tratan de comercializar el producto que surge como resultado de los propios avances científicos que las instituciones educativas promovieron.
Es fundamental que las Universidades reorienten las investigaciones para que haya realmente innovación, desarrollo y transferencia del conocimiento ( i+d+i) , para ello debe intervenir activamente no solo en conocer los resultados sino en establecer requisitos de aplicabilidad en las convocatorias de proyectos de investigación, que se realizan en forma periódica. Con este fin es importante contactar a grupos privados e inversores, la creación de empresas de base tecnológica y sobre todo la generación de diversas iniciativas de impulso al sector EMPRENDEDOR.
Por la tanto, a la interrelación Universidad – Empresa debemos incorporar el desarrollo del EMPRENDEDORISMO, en cuyo caso debe estar dentro de los planes estratégicos universitarios correspondientes.
Las Universidades deben propender a que los hallazgos y desarrollos en ciencia y tecnología sean capaces de competir en los ámbitos nacionales e incluso internacionales. Sin embargo, uno de las mayores debilidades del sistema universitario es lograr la transferencia. Hay países, sobre todo en Europa, donde las empresas se ubican alrededor de las instituciones de educación superior y permanentemente absorben a los jóvenes investigadores, al tiempo que se revisan los “papers” que se publican en forma constante. Esto habla de una gran fortaleza para la relación Universidad - Empresa, favoreciendo la transferencia de dicho conocimiento. Por ello los hallazgos científicos se deben convertir en productos tecnológicos que implica la generación de patentes, brindar servicios a empresas, así como acercar la presencia de agentes/compañías que exploten dichos avances.
Un invento generado por un grupo de investigadores debe cumplir con varios factores: tener calidad inventiva y ser original; ser novedoso regionalmente o mundialmente y tener aplicación industrial. La patente brinda el título de propiedad de la tecnología. Para una Universidad, la generación de patentes funciona como un modo de obtener prestigio, visibilidad y reconocimiento, ya que su firma aparece en los contactos de las empresas como productora de tecnología protegida.
En la actualidad, hay temáticas trascendentales para favorecer la relación Universidad Empresa a nivel local como son: Ordenamiento Territorial, Medio Ambiente Sustentable y Energías Renovables, Atención Primaria de la Salud, Articulación Educación Primaria, Secundaria y Superior, Conductas Humanas y Políticas Públicas (Red Latinoamericana donde interviene el BID), Agua y Biodiversidad, Cambio Climático, Eliminación de Residuos y Salubridad del Agua, como para mencionar los que incentivarían y justificarían la participación del BID.
Es importante mencionar que las Universidades forman parte de la sociedad del conocimiento tanto en su producción, como en su difusión y aplicación. Si bien sigue marcada por el modelo “profesionalista”, las políticas del conocimiento (en investigación de ciencia y tecnología) deberían ser la perspectiva adecuada para evaluar el desempeño de las Universidades. Sin embargo, somos conscientes de la complejidad del tema y de nuestros límites.
Seguiremos desarrollando este tema en próximas entregas del blog del Rector.
Respetuosamente.
Luego de haber conocido las 5 prioridades en acciones para Investigación, Innovación, Ciencia y Tecnología en América Latina y el Caribe establecidas por el BID en entrega anterior, es importante tomar conciencia que el futuro de la Ciencia y Tecnología está dado por la estrecha interrelación entre Universidad – Empresa y las diferentes formas de subsidios en lo cual el BID adquiere una importancia vital.
En nuestro país las Universidades Públicas tanto de gestión estatal y privada buscan patentar desarrollos tecnológicos, que surgen como producto de investigaciones científicas, con el objetivo que los beneficios futuros sean explotados en los medios locales y regionales.
Las Universidades deben tener la capacidad de poder advertir qué investigaciones tienen potencialidades para que sean transferidas, es decir, ser utilizadas tanto para la sociedad como para la industria en particular o el modo productivo en general. Las Universidades apoyan los desarrollos científicos que contribuyen el avance del conocimiento en distintas áreas, aunque en algunas ocasiones los esfuerzos se materializan y son capitalizados por otros actores. Luego el mecanismo se retroalimenta porque las grandes empresas tratan de comercializar el producto que surge como resultado de los propios avances científicos que las instituciones educativas promovieron.
Es fundamental que las Universidades reorienten las investigaciones para que haya realmente innovación, desarrollo y transferencia del conocimiento ( i+d+i) , para ello debe intervenir activamente no solo en conocer los resultados sino en establecer requisitos de aplicabilidad en las convocatorias de proyectos de investigación, que se realizan en forma periódica. Con este fin es importante contactar a grupos privados e inversores, la creación de empresas de base tecnológica y sobre todo la generación de diversas iniciativas de impulso al sector EMPRENDEDOR.
Por la tanto, a la interrelación Universidad – Empresa debemos incorporar el desarrollo del EMPRENDEDORISMO, en cuyo caso debe estar dentro de los planes estratégicos universitarios correspondientes.
Las Universidades deben propender a que los hallazgos y desarrollos en ciencia y tecnología sean capaces de competir en los ámbitos nacionales e incluso internacionales. Sin embargo, uno de las mayores debilidades del sistema universitario es lograr la transferencia. Hay países, sobre todo en Europa, donde las empresas se ubican alrededor de las instituciones de educación superior y permanentemente absorben a los jóvenes investigadores, al tiempo que se revisan los “papers” que se publican en forma constante. Esto habla de una gran fortaleza para la relación Universidad - Empresa, favoreciendo la transferencia de dicho conocimiento. Por ello los hallazgos científicos se deben convertir en productos tecnológicos que implica la generación de patentes, brindar servicios a empresas, así como acercar la presencia de agentes/compañías que exploten dichos avances.
Un invento generado por un grupo de investigadores debe cumplir con varios factores: tener calidad inventiva y ser original; ser novedoso regionalmente o mundialmente y tener aplicación industrial. La patente brinda el título de propiedad de la tecnología. Para una Universidad, la generación de patentes funciona como un modo de obtener prestigio, visibilidad y reconocimiento, ya que su firma aparece en los contactos de las empresas como productora de tecnología protegida.
En la actualidad, hay temáticas trascendentales para favorecer la relación Universidad Empresa a nivel local como son: Ordenamiento Territorial, Medio Ambiente Sustentable y Energías Renovables, Atención Primaria de la Salud, Articulación Educación Primaria, Secundaria y Superior, Conductas Humanas y Políticas Públicas (Red Latinoamericana donde interviene el BID), Agua y Biodiversidad, Cambio Climático, Eliminación de Residuos y Salubridad del Agua, como para mencionar los que incentivarían y justificarían la participación del BID.
Es importante mencionar que las Universidades forman parte de la sociedad del conocimiento tanto en su producción, como en su difusión y aplicación. Si bien sigue marcada por el modelo “profesionalista”, las políticas del conocimiento (en investigación de ciencia y tecnología) deberían ser la perspectiva adecuada para evaluar el desempeño de las Universidades. Sin embargo, somos conscientes de la complejidad del tema y de nuestros límites.
Seguiremos desarrollando este tema en próximas entregas del blog del Rector.
Respetuosamente.
Dr. Daniel R. Miranda
Rector UMaza
Bicentenario Cruce de Los Andes
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