Bullying, burn out, mobbing, groming 16
CR072/14
Mendoza, 24 de abril de 2014
Bullying, burn out, mobbing, groming 16
Estimado claustro universitario:
Continuamos desarrollando mobbing ( acoso e intimidación laboral), recordando que para leer estos temas y otros que son de interés para la política institucional de la gestión: pueden ingresar en home de página web www.umaza.edu.ar en la parte inferior, correspondiente a blog del rector.
Profesionales más afectados por mobbing:
Son profesiones relacionados con funciones y personal laboral contratado en las administraciones públicas ( central, regional, provincial, municipal, etc.), los profesores investigadores de las universidades públicas y privadas, los trabajadores de la enseñanza primaria y secundaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores de guarderías y escuelas infantiles, personal de hotelería y turismo, personal de bancos e instituciones financieras, personal y suboficiales de las fuerzas armadas, así como miembros de organizaciones ideológicas ( ej. Instituciones caritativas o religiosas, partidos políticos, sindicatos, gremios, etc.). En general todo el sector de los servicios resulta afectado en mayor proporción.
Consecuencias psicológicas y laborales:
• Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
• Proceso de desvalorización personal.
• Desarrollo de la culpabilidad en la víctima ( la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento )
• Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
• Somatización del conflicto: enfermedades físicas ( como por ejemplo: cefaleas o síndrome de colon irritable)
• Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hiperactividad, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación de pareja, depresión.
• Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos permanentes con otras personas e incluso familiares.
• Afectación de la autoestima.
• Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador, acusándolo de menor rendimiento.
Otras consecuencias, menos frecuentes:
• Agresividad de la víctima con la familia.
• Aumento de la conflictividad con la familia.
• Aumento de las enfermedades en el entorno: hijos.
• Aumento del mal rendimiento escolar de los mismos.
• Retraimiento social con la familia y los amigos.
• Abandono de los amigos y rechazo por parte del entorno de la víctima, cansados de la “obsesión” con el problema laboral.
• Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la víctima de hacer frente a la situación legal o psicológicamente.
• Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos.
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado, o incluso el pase a situación de discapacidad permanente.
La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capacidad de trabajo.
Incluso la salida de la víctima de la institución suele ser con informes negativos o calumniosos para futuros empleadores, eliminando así la empleabilidad de la víctima. Se trataría de un remobbing.
La próxima entrega: respuesta activa al mobbing.
Cordial saludo.
Dr. Daniel R. Miranda
Rector UMAZA
Mendoza, 24 de abril de 2014
Bullying, burn out, mobbing, groming 16
Estimado claustro universitario:
Continuamos desarrollando mobbing ( acoso e intimidación laboral), recordando que para leer estos temas y otros que son de interés para la política institucional de la gestión: pueden ingresar en home de página web www.umaza.edu.ar
Profesionales más afectados por mobbing:
Son profesiones relacionados con funciones y personal laboral contratado en las administraciones públicas ( central, regional, provincial, municipal, etc.), los profesores investigadores de las universidades públicas y privadas, los trabajadores de la enseñanza primaria y secundaria, informáticos, auditores, los trabajadores de la salud, cuidadores de guarderías y escuelas infantiles, personal de hotelería y turismo, personal de bancos e instituciones financieras, personal y suboficiales de las fuerzas armadas, así como miembros de organizaciones ideológicas ( ej. Instituciones caritativas o religiosas, partidos políticos, sindicatos, gremios, etc.). En general todo el sector de los servicios resulta afectado en mayor proporción.
Consecuencias psicológicas y laborales:
• Lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales por parte de la víctima.
• Proceso de desvalorización personal.
• Desarrollo de la culpabilidad en la víctima ( la propia familia suele cuestionarla sobre su comportamiento )
• Creencia de haber cometido verdaderamente errores, fallos o incumplimientos.
• Somatización del conflicto: enfermedades físicas ( como por ejemplo: cefaleas o síndrome de colon irritable)
• Insomnio, ansiedad, estrés, angustia, irritabilidad, hiperactividad, fatiga, cambios de personalidad, problemas de relación de pareja, depresión.
• Inseguridad emocional, torpeza, indecisión, conflictos permanentes con otras personas e incluso familiares.
• Afectación de la autoestima.
• Bajas laborales que el acosador suele aprovechar contra el trabajador, acusándolo de menor rendimiento.
Otras consecuencias, menos frecuentes:
• Agresividad de la víctima con la familia.
• Aumento de la conflictividad con la familia.
• Aumento de las enfermedades en el entorno: hijos.
• Aumento del mal rendimiento escolar de los mismos.
• Retraimiento social con la familia y los amigos.
• Abandono de los amigos y rechazo por parte del entorno de la víctima, cansados de la “obsesión” con el problema laboral.
• Falta de apoyo de los familiares ante los intentos de la víctima de hacer frente a la situación legal o psicológicamente.
• Estigmatización social en los sectores de actividad laboral próximos.
El desenlace habitual de la situación de acoso laboral suele significar la salida de la víctima de la organización de manera voluntaria o forzosa. Otras consecuencias pueden ser el traslado, o incluso el pase a situación de discapacidad permanente.
La recuperación definitiva de la víctima suele durar años y, en casos extremos, no se recupera nunca la capacidad de trabajo.
Incluso la salida de la víctima de la institución suele ser con informes negativos o calumniosos para futuros empleadores, eliminando así la empleabilidad de la víctima. Se trataría de un remobbing.
La próxima entrega: respuesta activa al mobbing.
Cordial saludo.
Dr. Daniel R. Miranda
Rector UMAZA
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